Harbhajan Singh, popularmente conocido como Yogui Bhajan, natural de la India Colonial y recientemente fallecido (2004), es uno de los maestros más interesantes de los últimos años. Llegó a EEUU en 1968, donde tomó la decisión de difundir abiertamente sus conocimientos de Kundalini Yoga, transgrediendo, así, la norma tácita de enseñar esta disciplina sólo a iniciados. Por ello tuvo que enfrentarse a la censura de sus colegas, que consideraban una locura ofrecer esta potente herramienta a los occidentales. El tiempo le dio la razón, convirtiendo el Kundalini Yoga en una de las prácticas con más aceptación y capacidad de ayuda en la actualidad.
En su compleja figura se cruzan varios linajes. De un lado tenemos a Harbhajan Singh, "el yogui", un consumado practicante de Kundalini Yoga y de Naad Yoga (yoga del sonido), que hizo de la transmisión de estas técnicas la vocación de su vida. Además, dirigía meditaciones grupales, en parejas, dentro de un ritual muy específico, llamado Tantra Yoga Blanco. El estado meditativo, de unidad y silencio, desde donde partía su enseñanza, también se puede experimentar mediante una técnica llamada Sat Nam Rasayan. Por otro lado, estaba Harbhajan Singh "el Siri Singh Sahib", practicante y líder religioso sikh. Yogui Bhajan siempre quiso mantener ambas facetas separadas, de modo que la práctica del yoga fuera una experiencia universal y neutra, abierta a todos, mientras que la opción religiosa sería algo independiente del yoga. De hecho, en el Punjab actual, el yoga no se considera una práctica dentro del sikhismo.