El yoga es una precisa técnica de autocuración, manejo de la energía, preservación de la salud y disfrute de la longevidad. Sus conocimientos milenarios, lejos de perder vigencia, son punto de partida de muchos enfoques psicológicos y médicos actuales.
Kundalini es un yoga antiquísimo, con elementos arcaicos anteriores a la cultura aria, que ha permanecido oculto hasta hace poco más de treinta años y que conserva intacta buena parte de la filosofía tántrica. Considera cuerpo, mente y espíritu como aspectos inseparables del ser humano. Del Tantra nace la concepción energética, el mapa de los chakras, el conocimiento de los meridianos y de la energía universal -el prana-. Todo ello se experimenta con fuerza y lucidez al practicar Kundalini Yoga.
Este yoga es muy efectivo para despertar y movilizar la energía humana, con posturas (asanas), respiración (pranayma), sonidos (mantras), posiciones de las manos (mudras) y contracciones de determinados grupos musculares (bandas). En poco tiempo se percibe una notable mejora del sistema psico-físico de los practicantes.
El mundo moderno nos ha traído comodidades y tecnología, pero al mismo tiempo ha impreso un ritmo y una exigencia tales que la ansiedad y la insatisfacción se han generalizado. Nuestra capacidad de asimilar está siendo superada por el bombardeo de estímulos e información. Poseemos más cosas que nunca pero, paradójicamente, crece la sensación de vacío interior. La cultura y los medios de comunicación enfatizan el "vivir hacia fuera", en detrimento de la experiencia interna y del arte de sentirnos a nosotros mismos.
Es aquí donde aparecen el yoga y la meditación, con su asombrosa eficacia para recuperar la conexión con nosotros mismos. Casi desde la primera clase, el practicante empieza a sentir la presencia de su cuerpo, su naturaleza energética. Aprende a observar el transcurrir de su mente y a modificar sus reacciones, antes automáticas. Por último, el tesoro: dentro de nosotros hay un espacio de silencio luminoso, vacío de proposiciones, puro fluir, puro ser-con-todo. Quien sea capaz de encontrarlo para permanecer ahí siquiera unos minutos al día, encontró la conexión con su alma.
Una clase de Kundalini Yoga, de una hora y media de duración, es un trabajo completo en los terrenos físico, mental y energético.
KRIYA: Nombre con el que designamos la tabla de ejercicios. Existen cientos de ellas, algunas de las cuales trabajan específicamente distintos órganos o aspectos emocionales. Durante su ejecución, el practicante centra su atención sobre sí mismo. Dura aproximadamente una hora.
RELAJACIÓN: Tras la parte más dinámica, vienen diez minutos de relajación profunda.
MEDITACIÓN: Los últimos 15 minutos se dedican a la meditación, muchas veces con mantras, bellísimas recitaciones en sánscrito que tienen la capacidad de llevarnos a estados profundos de conciencia. Como complemento de los ejercicios, la meditación nos proporciona una experiencia serena de nosotros mismos en el silencio interior. Esta conexión despierta de manera estable el poder interno, las energías creadoras y el conocimiento intuitivo.
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